QUE HACEMOS:

Jesús estableció una misión básica para su Iglesia “vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura, hagan discípulos, bauticen en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enséñenles que guarden todas las cosas que Jesús enseñó… etc.”

Para cumplir dicha misión la Iglesia intenta asistir al hombre en sus tres dimensiones: cuerpo alma y espíritu, para lo cual cuenta con las herramientas que Dios detalla en Su Palabra (dones del Espíritu, Unción, acción social, etc.) y con la participación voluntaria de todos los miembros de la misma.

Otro aspecto importante que hace a las funciones que desarrollamos como Iglesia, es la adoración y alabanza a Dios, en el Espíritu, como forma de reconocer su grandeza y poder.

El otro pilar sobre el que se basa la tarea de la Iglesia es la oración, en todas sus formas, imprescindibles para conducir a toda la Congregación y a quienes deseen acercarse, hacia un camino de santidad, a fin de prepararnos para la vida eterna.

La oración nos acerca a Dios, y esa cercanía con su presencia, nos convierte en mejores personas, bendiciendo nuestra familia, nuestro trabajo, en fin, todo nuestro entorno.

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